Escribiéndole las palabras al amigo
@Trillero, he recordado que el último día, en la carretera de Bielsa a Ainsa, me salió de la cuneta, una cría de Zorro. No debía tener más de unas pocas semanas, y aunque no iba excesivamente rápido, tuve que dar un fuerte volantazo para tratar de esquivarlo y no atropellarle. Y lo conseguí. Nuestra flecha, teniendo todos los peros que podemos buscarle, tiene una agilidad y aplomo considerable. Y aún teniendo sistemas de seguridad que nos vendieron, cuando estos no detectan el peligro, responden bien a nuestra rápida intervención.
Cabe decir que después del susto, frené y aminoré, y me quedé más tranquilo cuando por el retrovisor vi que logró el zorrito cruzar la carretera, sano y salvo!
Por cierto, invadi el sentido contrario con la suerte de no venir nadie de cara!